Cerebro enlatado

El calor de julio empezaba a ser intenso y sentía mi cerebro enlatado, igual que lo único que había en mi despensa: una lata de sopa de tomate. 

Llevaba meses sin salir de casa con la intención de componer algo. Por desgracia, las musas me habían abandonado, solo me habían visitado unas hadas que me narraban el argumento de un cuento. ¡Pero yo no quería escribir un cuento! Quería componer la mayor melodía para violín de la historia.


Esta es mi propuesta para Escribir Jugando de julio, un microrrelato de 78 palabras (sin contar el título), basado en el desafío. Descúbrelo.

¡Te invito a participar!

Puedes consultar las bases aquí:

¿Te interesan los juegos de mesa que te ayuden a mejorar tu escritura? 

Te aconsejo unos cuantos. Echa un vistazo en el siguiente enlace:

Lídia Castro Navàs

15 comentarios en “Cerebro enlatado

  1. Cuando vienen, hay que aprovechar. Una vez tienes el cuento, ya vendrá luego la música. Lo comido por lo servido. De está manera no tienes música pero tampoco cuento.
    Un besazo y feliz tarde.

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  2. Hola, Lídia.
    No podría estar más de acuerdo con todas las opiniones expuestas. En ocasiones nos empecinamos tanto en un objetivo concreto, que no vemos las buenas oportunidades que aparecen a nuestro alrededor. ¿Y si lo que acontece en el cuento nos inspira para escenificarlo acompañado de la música del violín?
    Tu relato conlleva una importante moraleja y, dicho sea de paso, me ha gustado muchísimo.
    Muchas gracias por divulgarlo.
    Un abrazo.

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