Phlox salvaje 

Imagen sacada de la red.

Nací una noche de abril cerca de un frondoso bosque. En el cielo brillaban una multitud de estrellas que acompañaban a la luna en su máxima plenitud. La aureola rosada que envolvía el astro nocturno me otorgó el color. Pero no fue hasta el alba, con las primeras gotas de rocío sobre mis pétalos, cuando mi belleza fue visible en todo su esplendor.

Lídia Castro Navàs