
Se despertó en una sala oscura y vacía. Solo la rodeaba la oscuridad y la más inquieta calma. ¿Dónde estaba? No tardó mucho en acordarse… La sabiduría ancestral que había heredado le decía que cada Luna Nueva, cuando la noche era más oscura, hiciera introspección, que meditara hasta conseguir conectar consigo misma. Fue tal el grado de conexión, que consiguió llegar a lo más profundo de su ser: se encontraba en su oscura conciencia.
Esta es mi propuesta para el Va de reto, desafío literario del blog de JascNet.
