Abres los ojos y te encuentras conmigo, tumbada junto a ti, mirándote fijamente. Una sonrisa de satisfacción se dibuja al instante en tu cara. Yo me ruborizo al ser descubierta y tapo mi rostro con las sábanas, pues aún siento esa vergüenza pueril a tu lado.
—Quiero despertarme siempre así —me dices apartando la sábana y dándome un beso inesperado en los labios.
Lídia Castro Navàs
Qué delicia estar tumbada junto a quien te haga sentir plena
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Disculpa Gloria, pero se me había escapado este comentario y no lo he descubierto hasta ahora! Muchas gracias por leer y comentar. La verdad es que sí, tiene que ser una delicia despertar así… Feliz día, un abrazo! 🙂
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Sin duda !! No te disculpes suele pasar besos
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Mi piel resbala por tu piel,
enroscada en tus piernas,
espero bajo la sábana
la dulzura de un beso…
Un abrazo
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Una abrazo, Estrella!! ❤
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Precioso relato, muy dulce. Me gusta especialmente esa «vergüenza pueril» 😀
¡Buen trabajo! 🙂 Gracias por seguir participando en el reto 😉
Besos.
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Gracias Adella, por tus palabras y por tu tiempo!! 😊
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