Actúan como anestesiados al cumplir una orden, para no sentir, para no empatizar; igual que yo.
No somos tan diferentes…
Sus ojos se entrecierran y fruncen el ceño cuando los rayos del sol les dan de frente; igual que a mí.
No somos tan diferentes…
Sus cuerpos duelen y sangran si se hieren; igual que el mío. Y su sangre es viscosa y roja; como la mía.
No somos tan diferentes…
Es el mismo cielo el que admiran desde la ventana de sus casas y el que yo veo desde la grieta de mi barracón. Son las mismas estrellas a las que nos dirigimos para pedir un deseo.
No somos tan diferentes…
En el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Lídia Castro Navàs
Parece mentira que aún haya quien niegue que ocurrió.
Muy bonito homenaje, Lídia.
Un besote
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Muchas gracias, Luna. Me ha salido del corazón. Sin más… Supongo que hay gente poco empática… Yo tampoco lo entiendo.
Un besote 🙂
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Me ha encantado, precioso.
Lo he comentado en mi página de Facebook que tiene el mismo nombre que el blog.
Un saludo.
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Muchas gracias, Victoria. Un saludo
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Las víctimas de la Segunda Guerra Mundial : 20.000.000 eran militares ( de ellos 10.000.000 son los rusos) ,47.000.000 eran civiles ( de ellos 23.000.000 son los rusos)
En total : unos 67.000.000 personas perdieron la vida en esa más sangrienta guerra de la historia de la Humanidad. Una verguenza y la más grande barbaridad de los seres humanos.
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Cierto, amiga. En esa guerra y en tantas otras, se pierde un poco de humanidad para acercarnos, cada vez más, a los animales salvajes (nisiquera ellos cometerían las atrocidades que se llegaron a cometer en los campos de concentración).
Gracias por la visita. Un abrazo
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Ignoro cómo se pudo considerar aceptable aquella pretendida solución final para la expansión aria, en la misma Europa que se considera la cuna de la civilización occidental. Creo que el silencio fue un terrible cómplice. Gracias por recordarlo. Un besazo.
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También escapa a mi razón todo lo que sucedió. Ese silencio cómplice que comentas, fue una de las causas, cierto. Gracias a ti, Carlos. Un besazo
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Que no nos quiten la memoria porque sin ella estamos condenados…
Un homenaje precioso Lidia. Un abrazo.
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Muy cierto. Comparto tu opinión acerca de la memoria histórica.
Muchas gracias, Andrea. Un abrazo grande
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