La mansión

Frente a mí, una puerta de hierro forjado da paso a una mansión rodeada de vegetación. En lo alto de la verja, coronando la cancela, hay unas iniciales y un año: M R y 1888 moldeados en el mismo metal que el resto. Dos macizos pilares, con ornamentos romboidales entre el fuste y el capitel en forma de campana, flanquean el portón. El sol ha desteñido el color granate que antaño cubría la superficie. Los muros encierran un jardín desolado. Las hierbas crecen libres por doquier y las ramas de los árboles, que necesitarían ser podadas, invaden las zonas bajas. Una capa de pinocha seca cubre todo el suelo, a modo de alfombra. Y sobre ella, destacan algunas piñas de un tono más pardo.
Me acerco con la intención de adentrarme e investigar un poco más pero… la puerta está cerrada.

@lidiacastro79

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