Libertad

Foto propia. Barcelona, 2017

Tanto oír hablar de Libertad y es que me cabreo. Que si Libertad por aquí, Libertad por allá. Siempre acaparando todas las conversaciones. Y es que llama mucho la atención, aunque a veces es muy esquiva, también. Por ejemplo, una siempre confía en ella, en que podrá salir, ir al cine o de compras; pero, no. Eso sí, ella siempre espera que le puedas hacer favores o dejarle tu mejor vestido, pero no esperes a que te lo devuelva, no. A mí me lo hizo una vez y no me hizo falta más; desde entonces Libertad ya no es mi amiga. 

Lídia Castro Navàs