Clonc, clonc, zas

“Clonc, clonc, zas”

El sol empieza a asomarse por el horizonte dando inicio a un nuevo día.

“Clonc, clonc, zas”

Sus rayos tiñen de rojo los campos dormidos.

“Clonc, clonc, zas”

El silencio de la noche ya olvidada, deja paso al piar de los pájaros, el relinchar de los caballos y los golpes en los postigos que van abriéndose.

“Clonc, clonc, zas”

La brisa que acompaña al alba va amainando y se intercambia por ese calor acuciante del mes de julio.

“Clonc, clonc, zas”

Y yo sigo con mi labor: cortar leña. Aunque no lo haría sin la ayuda de unas manos fuertes que me impulsan sobre los maderos.

“Clonc, clonc, zas”

Firmado: una hacha

Foto propia. Vila-seca, 2017

Lídia Castro Navàs