El chico desapareció sin dejar rastro: ni una pista, ni una prueba, ni un cuerpo… ¡Nada! Recorrimos toda la línea de costa en su búsqueda pero resultó infructuosa.
Años después supimos que nuestro error fue buscar en tierra. El chico no desapareció, sino que se convirtió en velero para poderse fundir con el mar.
Lídia Castro Navàs
El Blog de Lídia 
Como siempre, hasta que no leo el final no caigo… ¡Muy bueno!
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Bueno, no sé… hoy no estoy muy inspirada que digamos!! Será que el curso que se está terminando ha acabado con mis energías 😉 Muchas gracias, Luna! Un abrazo 🙂
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Sí, porque decimos que a los niños se les hace largo, pero para vosotros también tiene que ser cansado. Bueno, las vacaciones merecen un último sprint!! ¡Ánimo!
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jeje Es más duro de lo que puede parecer… Gracias, Luna!
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A veces la solución no es buscar lo obvio. Un abrazo y ánimo con el final del curso
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Cierto, Carlos! De buscar lo poco obvio, los dos somos expertos jeje O al menos, lo intentamos 😉 Gracias. Un abrazo de vuelta! 🙂
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Eso es una metamorfosis y lo demás cuentos. Ni sireno ni ná, un velero directamente. ¿Quién será quien lo apareje? 🙂
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jajajaja Me ha cogido flato con lo de sireno!! Gracias!! Me has levantado el ánimo 🙂 Abrazo, Lord!
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Bonito sitio para perderse. Seguro que El Chico solo salió a pasear y simplemente se entretuvo
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El sitio es… no hay palabras! Gracias, Margui! Un abrazo y buen fin de semana! 😊 😘
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Qué suerte tiene El Niño
Besos
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És que la mar té quelcom especial; desperta els nostres sentiments més nostàlgics i ens dóna una sensació de plenitut.
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Així es, Javi! M’atreu de forma enigmàtica, tot i que també m’agrada molt la muntanya 😀😊 Una abraçada!
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Es precioso Lidia, el final además con una imagen muy poética. Un abrazo 😊
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Muchas gracias, Maru! 😀 Viniendo de una poeta como tú es más que un halago. Besazo 😘
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Ese chico sentía ansias de libertad para así elegir o construir sus caminos.
Como premio o recompensa, al final del año escolar te vendría muy bien una arrancadita en velero, Lidia. ¿Verdad?
¡Besos! 😘 😘 😘
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Sí, tengo el mar, tengo las ganas, pero me falta el velero! 😅😂😂 Un abrazo grande, SariCarmen! 😘 🌟
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Bonito final el de un velero navegando, un abrazo!
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Gracias, Francisco! Un abrazo grande! 😊
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Reencarnarse en un velero… No está mal. Un abrazo, Lidia. Y ánimo con los chavales, que ya falta poco para que puedas relajarte en lugares como el de la foto, que por tu tierra hay muchos así de bonitos (y más).
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Muchas gracias, Mayte! 😊 Las energías me van a llegar justitas 😅 Necesito hacer parón! Tenemos la suerte de vivir en un país con sitios fantásticos por descubrir. Un beso 😘
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Muy bella imagen la del final del relato…
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Muchas gracias, Claudia! Un abrazo 😊 😘
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¡Torera! Otro cambiazo, ya me lo imaginaba con cola de delfín. Un beso.
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Torera? Uy, no! No me van los toros en absoluto! 😅 jajaja
Gracias, Carlos! Un besazo de sábado! 😊
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Ya, pero das capotazos.
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¡Que bonito y dulce! Un velero surcando la mar… me encanta!
Besos de luz.
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Muchas gracias, María! Me alegra que te guste! 😊 Un beso de luz azul! 😙
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Todo aparece donde menos lo esperamos.
Buen finde Lidia! 😉
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Sí, Little! Las cosas nunca desaparecen, se cambian de lugar. Buen domingo! 😊
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Excelente nombre para un velerito.
Buen domingo, Lí.
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Jajaja Gracias, Pau! Un abrazo y buen domingo! 🙂
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¿Dónde está el botón de «Me encanta»? 😉
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Gracias, gracias! Un tanto exagerao pero bueno! 😅 Un saludo
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Tú siempre jugando al despiste, Lidia…
Un bello final. Muy poético.
Un beso.
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Muchas gracias, Lola! Me alegra que te guste. Un beso 🙂 🙂
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¡Quién fuera velero como el chico de tu relato! desaparecer en el mar, a la deriva, dejándote mecer por las olas sin descanso… Y olvidar, olvidar, olvidar.
Un abrazo.
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Sí, el mar me proporciona esa calma que me falta a veces. Su rumor es hipnótico y su inmensidad, te hace sentir pequeñaaaa 😊😊 Un beso, Estrella! 😘😘😘
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