Un amor único

Mis palabras se quedan cortas

al querer expresar lo que siento por ti.

Jamás he experimentado un amor tan inmenso,

tan puro, tan incondicional.

Ese es mi amor por ti, mama. Un amor único.

Espero que nuestras almas

sigan vibrando en la misma frecuencia,

en esta vida y en las que queden por venir.

Gracias por tanto.

 

mama i jo

¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!

Lídia Castro Navàs

44 comentarios en “Un amor único

  1. Va, ahí va el chiste. Escribirlo va a ser un poco larguito. Igual ya lo conocías, igual te parece una patatada. A mí me hace gracia. Aviso. tiene su toque de crueldad y patetismo.
    Se acercaba el Día de la Madre, como no podía ser de otra manera. La profesora mandó a sus alumnos/as hacer una mini-redacción donde expresaran qué significaba su madre para ellos. Y tenían que incluir la frase «madre no hay más que una». Pasan los días, y ya en clase hace leer algunas en voz alta…
    -A ver, Pedrito, léenos tus reflexiones…
    Pedrito se levanta y…
    -Hace unos meses tuve el sarampión. Y unas fiebres terribles. Mi madre me arropó, me cuidó y no se separó ni un momento de mí. Y es que… madre no hay más que una.
    -Ay, Pedrito, qué bonito, de verdad que me has emocionado. ¡¡Muy bien!! Sandra, te toca a ti ahora…
    -Siempre me cuesta mucho hacer los problemas de mates. Mi mamá me ayuda con mucha paciencia, y además me cepilla la rubia melena y me lee un cuento todas las noches antes de acostarme. La quiero mucho, porque madre no hay más que una.
    -Muy bien, Sandra. Te veo de profa de mates. Jaimito, tu turno ahora para sorprendernos…
    Y va Jaimito el terrible y…
    -Mi mamá -que como usted sabrá, profa, es divorciada- estaba el otro día tirada por el comedor. Con el noviete de turno. Ahí estaban los dos, repantingados en el sofá, cebándose de palomitas y viendo una peli. Y vaya susto me pegó. De repente me salta gritando: «¡¡Jaimito!! Sé bueno y mira a ver si quedan cervezas en la nevera. Y tráenos dos, haz el favor». Yo, niño bueno que soy, fui hacia allí, abrí el frío, miré, y desde allí, ni corto ni perezoso, la informé a grito pelado: «¡¡Madre, no hay más que una!!».
    Doncs aquí ho tens. MÉS TENDRE QUE EL PA BIMBO.
    (La importància d’una coma…).

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