Una noche en el establo

En plena noche alguien irrumpió en el establo:

−¿Quiénes son esos? ¿Fugitivos?

−No lo sé, pero como se entere el amo…

Eran un hombre y una mujer embarazada.

−¡Oh, Dios! ¿Qué le pasa a esa mujer?

−A tenor de sus dolores diría que está pariendo.

−¡Ay, madre mía! No quiero mirar que si veo sangre me mareo.

El niño recién nacido iluminó la estancia con su sola presencia y un sinfín de gentes diversas no paraban de llegar con presentes. “Es el salvador”, decían.

−¿Pero a qué viene tanto revuelo?

−No tengo ni idea, amigo asno, pero pon la mejor de tus sonrisas porque creo que vamos a pasar a la historia.

¡FELICES FIESTAS! 🐮 🎄 🌟

Lídia Castro Navàs