Especies

Foto Propia. Flix, 2017

En cuanto me vio, posó sus dos ojos amarillos en mí. Su pelaje gris destacaba sobre la tierra árida donde estaba agachada, pero mantenía todos los músculos en tensión; como si fuese a saltar al menor descuido. Su expresión amenazante me hizo retroceder un par de pasos, mi olfato me decía que sus intenciones no eran buenas y que mi presencia le disgustaba tanto como a mí, la suya. Me habían enseñado a mostrar los dientes y a correr detrás de los de su especie, pero hacía tanto calor que no me apetecía una carrera. Además, yo soy un perro tranquilo y pacífico, más bien perezoso diría mi dueña.

Lídia Castro Navàs

Ella, la gata

Foto propia. Flix, 2017

Durante el día podías verla subida a un árbol, indiferente, sin mostrar emoción alguna, aunque tranquila y despreocupada. En cuanto oscurecía, mejor no encontrarse con ella, con su apariencia real, pues era un espectro de la noche, segadora de vidas, ladrona de almas…

Lídia Castro Navàs