
La vida da muchas vueltas, como las ruedas de una bicicleta. Esa tarde la ciudad estaba inusualmente tranquila, el sol de otoño era aún cálido y pasear en bici era una buena manera de despejar mi mente embotada. Y funcionó. Los pensamientos que me preocupaban se desvanecieron y la energía rellenó todos mis músculos. En cuestión de minutos me sentía genial, hasta que me arroyó el camión. Topó conmigo de frente. No pude esquivarlo. Ahí, se acabó todo.
Lídia Castro Navàs
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Me gusta, siempre he pensado que el paso de la plenitud a la nada puede ser inmediato. Supongo que has escuchado alguna vez eso que dice que «del cero al infinito solo hay un paso». Abrazos y buen fin de semana.
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Es cierto, nunca sabemos cuando pasaremos «de todo a nada» por eso es importante disfrutar de cada pequeña cosa!! Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias 🙂 Un abrazo, Carlos.
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Muy bueno, nunca se sabe cuantas pedaladas vas a dar. Feliz finde ¡
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Todo discurre dentro de lo previsible hasta el hachazo final, estoico a la fuerza.
Me ha gustado mucho.
Saludos
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Muchas gracias!! Feliz tarde 🙂
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Por ese motivo, debemos apreciar cada momento, como si fuera el último.
Un abrazo!!!
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Así es!! Un abrazo 🙂
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Ese remate está de muerte y recordé la película de Meg Ryan y Nicolas Cage
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Gracias. Sí, es cierto, esa película en que él es un ángel… la verdad es que no me inspiré en ella.
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Descuida, no intenté decir eso Lidia, yo recordé eso, ella por una pista, ojos cerrados y su cabellera dorada brillando al viento, la música invadía su cerebro de paz, había encontrado el amor, y puff, murió.
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Sí, sí me acuerdo de esa peli, me encantó!! Tan bonita y triste a la vez 😢 Solo me refería a que no lo pensé cuando lo escribí, pero tienes razón, el final es el mismo 😊
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Genial como siempre leerte Lidia, gracias por tu tiempo para conmigo.
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¡Un placer! A mí también me gustan tus poemas. ¡No leemos! 😊🙋
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🙌
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Muy bueno e inesperado.
La paz y tranquilidad del otoño contrastan con el abrupto final.
Como a veces sucede en la vida…
Un abrazo.
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Muchas gracias!! Un abrazo 🙂
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