
Foto: @lidiacastro79
La vida da muchas vueltas, como las ruedas de una bicicleta… Esa tarde la ciudad estaba inusualmente tranquila, el sol de otoño era aún cálido y pasear en bici era una buena manera de despejar mi mente embotada. Y, realmente, funcionó. Los pensamientos que me preocupaban se desvanecieron y la energía rellenó todos mis músculos. En cuestión de minutos me sentía genial, hasta que me arroyó el camión. Topó conmigo de frente. No pude esquivarlo. Ahí, se acabó todo.
@lidiacastro79