Hacer frente a tal batalla

 

Bajo la sombra de un olmo descansaba después de librar una cruenta batalla. A su lado reposaba su armadura dorada, y más allá, pastaba su montura. Se sentía satisfecho de salir airoso de tal contienda. Había sido duro, el sudor aun era visible en su frente y seguro que, tarde o temprano, los efectos adversos empezarían a aflorar. Un aire cálido se escapó por el final de su espalda dejando quemazón tras de sí. Era la primera evidencia… ¡Y es que atreverse a hacer frente a una fabada de su abuela tenía sus riesgos!

@lidiacastro79

Con esta entrada participé en el concurso que promovió Paula De Grei sobre la novela “La sombra dorada” de Luis M. Núñez o como lo conocemos todos en el mundo blogger, Lord Alce. Os invito a visitar su blog y también a adquirir su novela que, aunque la acabo de empezar a leer, ¡promete mucho! Y además está escrita con su característica calidad léxica y esa prosa que deleita los sentidos.

Licencia de Creative Commons

Mis historias y otros devaneos by Lídia Castro Navàs is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License

38 comentarios en “Hacer frente a tal batalla

  1. Jua jua jua! Pues mira, yo estoy batallando a fuego vivo con una tortilla de patata. Te aseguro que voy a vencer y saborearé mi triunfo en la mesa.¡Te invito a cenar!

    Le gusta a 1 persona

  2. Reproduzco los pensamientos (más o menos) que me vinieron cuando lo leí en su día: gran imagen, propia de una ilustración miniada de un libro de caballerías medieval, muy adecuada para el tono de la novela.
    Y llega lo de la fabada 😀 😀 😀 😀
    PS: Por ese giro, intuí que la participante eras tú 😉

    Le gusta a 3 personas

    • Gràcies, Javi! M’alegra haver-te fet riure! 😀 He de confessar que m’encanten les llegums, però amb verduretes i sense carn, és clar! 😉 Una abraçada i bona nit! 😊🌟

      Le gusta a 1 persona

  3. Debería haber echado un par de hojas de laurel… aunque no sé si es muy efectivo.
    Espero que fuera aire sin partículas, porque si no, se le oxidaría la armadura. ¡Ah, bien, que se había quitado la armadura…!
    Un abrazo, guapa.

    Le gusta a 1 persona

    • Jajaja😂 Si se le oxida la armadura, un poco de aceite y ya!! 😉 Yo suelo usar laurel y algas y realmente funcionan! Y mira que me encantan las legumbres y como muchas (aunque sin carne, claro) y no me dan gases!!
      Gracias, Estrella!! Un abrazo fuerte ! 😊😘🌟

      Le gusta a 1 persona

  4. Esos giros inesperados tuyos! 😂😂😂😂 Pero lo de la fabada de la abuela no me lo esperaba para nada (vale, reconozco que no leí los relatos participantes ni voté por ellos, solo leí y voté para el desempate). Y yo que odio la fabada… bueno, las alubias en cualquiera de sus variedades puajjjj, cualquiera besa al guerrero… Besazos enormes para ti!

    Le gusta a 2 personas

  5. VAya, vaya,… ni me lo esperaba. No puedo con las habichuelas es la unica legumbre que me prohibí, en mi estomago son pura batalla, vamos que directamente no las puedo comer. Claro que recuerdo su sabor y me encanta, pero me sientan fatal.

    Besos, Lidia.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.