Nacer en el suelo

Nací junto con mis dos hermanas en el suelo, un día de verano en medio de un sofocante calor. Continuamos unidas por un mismo cordón umbilical que nos da el sustento necesario para crecer. Hasta el otoño no podremos ser separadas, cuando nuestro cuerpo haya doblado su tamaño y el sol haya dotado a nuestra piel del color anaranjado propio de las calabazas maduras.


@lidiacastro79

Creative Commons License
Mis historias y otros devaneos by Lídia Castro Navàs is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.

 

34 comentarios en “Nacer en el suelo

  1. Ya se sabe que hay que tener suerte al nacer. En el caso de nuestra cucurbitácea protagonista, si nace en los EEUU, será triste ver cómo parte de su «carne» es desaprovechada para hacer unos ornamentos que albergan velas en su interior. A no ser que la utilicen para una rica crema…

    Le gusta a 1 persona

  2. Pingback: Un balance diferente – Mis historias y otros devaneos

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.