Mi oda para ti

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Llevabas conmigo 39 años. Nunca me había importado que no salieras, que estuvieras ahí dentro, escondido. Hace un par de años, me propuse hacerte salir, que vieras la luz del sol y sonrieras conmigo. El proceso fue largo: los preparativos, las pruebas, la adaptación… lo plasmé en otros textos como este.

Todo estaba preparado para traccionarte. Pero después de diez meses de intentos, tú te negabas a salir y tus compañeros estaban pagando la presión.

Al fin has salido, pero a la fuerza. La extracción quirúrgica ha ido bien, aunque mi cara esté hinchada, amoratada y solo pueda comer puré en muchos días. Ya no podré sonreír contigo, pues un diente falso ocupará tu lugar en un tiempo.

¡Adios para siempre, colmillo derecho!

Lídia Castro Navàs

55 comentarios en “Mi oda para ti”

    • Muchas gracias, Ana. Yo también llevo ortodoncia desde hace año y medio para eso. Pasé por una operación para engancharle un braquet el colmillo, pero ya ves que no ha resultado… :/
      En fin… cosas de la vida.
      Gracias de nuevo 🙂

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  3. Dientes… ¡Qué me vas a contar! Con cada embarazo he perdido dos o tres piezas. Las muelas del juicio empujan todos los veranos intentando ganarse un sitio e incordiando al resto, pero aún no me he animado a mandarlas a tomar por piiiiiiiii Y cada verano me arrepiento.
    En fin, que mucho ánimo con la recuperación y ese humor (negro o no) que nunca se pierda.
    Besacos!

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    • Gracias, Sadire. Las muelas del juicio me las quité hace unos diez años, no podía soportar el dolor de unas muelas que se hacían sitio donde no lo había, así que opté por la extracción y en aquella ocasión recuerdo que al día siguiente ya estaba comiendo pan de molde y ni siquiera me puse hielo porque no se me inflamó nada. Esta vez ha sido muuuy diferente. llevo dos días comiendo (más bien dicho bebiendo), zumitos y purés rebajados con agua… En fin, es cuestión de tiempo y mi cara volverá a la normalidad.
      Me he hecho fotos por si me inspiran un relato de terror jajaja
      Besazcos, amigaaaa 🙂

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  6. JAJAJA. Eres la mestra de l’engany. Al principi pensí que es tractava d’un llibre que havíes estat incubant des de el fons de la teva ànima, mitjançant les experiències de ta vida; també m’havia angoixat, pensant en la pèrdua d’un ser estimat. El final, però, m’ha fet somriure.
    Els tinc molt de respecte i de por a les dents; tinc pànic a eixa mena de dolors, tal volta perquè m’he passat la vida entre hospitals. M’han dit de traure’m les queixals del seny, però fins ara no ha sigut necessari, i prefereixo tractar d’evitar-ho.

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  10. Buf, no me gustaría pasar por algo así… mucho ánimo, espero que te recuperes rápido.
    Por lo menos has aprovechado el momento para un buen micro 🙂
    Un besote
    (Menos mal que te lo has hecho de vacaciones, llega a ser durante el curso y a saber qué mote te cae, ja, ja).
    Más besotes para que no me odies…

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  11. ¡Ja,ja,ja! ¡Siempre sorprendiéndonos, Lídia!
    ¡Qué se iba a atrever a salir el pobre colmillo derecho, si el otro le había contado lo frustrado que vivía sin probar carne…!
    Ojalá te recuperes pronto, amiga. Es nada grato sentir esa dolorosa incomodidad y con la cara hinchada. Y a pesar de ello pudiste arrancarnos risas con tu micro, ¡muy bueno!
    ¡Un gran abrazo!

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  12. Ya sabes lo que dicen a colmillo sacado, otro en su lugar colocado, con la ventaja de que ese no volverá a doler, y la satisfacción de que no vas a padecer el efecto del miembro fantasma, que es peor que el dolor del colmillo, te lo puedo asegurar.
    Recuperate pronto, y dale las gracias al dentista, porque al sacarte la pieza no te ha extraído a la vez el sentido del humor. Por suerte no estaba agarrado a las raíces. 😉
    Besos.

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  13. Bon vent i barca nova entonces, si lo único que quería era esconderse para urdir en las tinieblas planes contra el resto de congéneres, que lo manden a la boca de Moriarty y se peleen entre ellos esos malvados genios del mal.

    (Qué fácil es hablar así cuando no es a uno a quien intervienen en la boca…)

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