
Antes de empezar a hablar, ya señalaba con sus deditos el final de un pasillo vacío o una habitación a oscuras. Su gesto se endurecía y con la mirada te rogaba que le prestaras atención, pero nunca había nada.
Cuando pudo verbalizarlo, creí que era un juego, un inocente juego de niños…
Tardé un poco en darme cuenta de que no era ningún entretenimiento para ella, sino un don… una maldición.
Aún recuerdo esa vez que lucía su vestido preferido, estampado con gatitos negros; debían ser las ocho de la tarde y el sol empezaba ya a descender hacia el horizonte; su luz rozaba el suelo y deslumbraba si la mirabas directamente. Salió corriendo al jardín entre sollozos. En su lucha por llamar mi atención, la coleta se le deshizo y la dotó de un aspecto de locura transitoria. Me asusté.
La seguí hasta allí, temerosa. Me paré justo a sus espaldas y observé lo que parecía una preciosa puesta de sol. Nada frente a mí me decía el porqué de su estado.
Al momento, se calmó y apaciguaron los espasmos, aunque seguía apretando sus pequeños puños. En su mano izquierda asomaba una piedra. Creí que la iba a lanzar entre sus susurros ininteligibles, pero, en vez de eso, la alzó hacia la luz y recitó unas palabras en un idioma que sonaba a extinto.
Pronto una luz oscura, que estaba confundida entre las luces y las sombras del paisaje que yo misma tenía frente a mí, se dirigió a la piedra; no era una piedra común, era un cuarzo rosa que su abuela le había regalado después de visitar la feria del condado.
La luz oscura penetró en el mineral y un destello de luz la hizo desaparecer.
Luego, el agarre de sus manitas se soltaron, dejaron de apretar sus propios dedos y sus hombros cayeron, como si un gran peso se hubiera liberado de ellos.
—Ya no hará más daño a nadie — dijo sin siquiera girarse.
Los vellos de la nuca se me erizaron. Jamás volví a dudar de sus “juegos”.
Lídia Castro Navàs
Acojonant. Trobo que es la paraula que millor resumeix l’ estil del relato i la tensión que genera. Enhorabona, Lídia! Petons!
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Moltes gràcies, Javi 😃 M’alegra que t’hagi agradat. Un petó 😊
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Me encanta, Lídia. Siempre he dicho que tienes un don para crear historias en pocas palabras y me reafirmo. Y la forma en la que metes hasta el más mínimo detalle. No me había fijado en qué lleva la niña en el vestido o en la mano. ¡IMPRESIONANTE! Gracias, una vez más, por participar, sister! Besazo!
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Gracias a ti ☺️ Me gustó la foto y los detalles fueron los que construyeron la historia 😉 Besazo de vuelta para ti 😘
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Desde el otro lado, la luz es solo una utopía, la absoluta oscuridad no deja resquicio ni para la duda. Burlarse de lo desconocido puede tener como consecuencia despertarse, no al otro lado del espejo, sino en la dimensión opuesta, donde la conciencia enloquece en un tiempo que no existe en completa oscuridad.
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Es cierto, no podemos valorar lo que desconocemos. Mejor callar. Además, lo que dices de la apertura de conciencia, creo que la mayoría enloquecería, cierto. No todo el mundo está preparado para ver algo que no cree 😉
Gracias, JM. Un abrazo.
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Ni de ver aquello en lo que no cree o le han dicho que no crea.
Saludos Lídia 🖐️
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Te he contestado como el espejo, solo siendo reflejo de tu propio comentario.
Saludos 🖐️
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Sin duda la superioridad del ser procede de la luz… tan misteriosa como desconcertante. Me gustó mucho como desarrollas la facultad de comprender lo que no es juego. Felicitaciones. Un fuerte abrazo y feliz día.
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Muchas gracias, Julie. Es un tema que me apasiona y respeto mucho. No por no comprender algo hay que caer en la intolerancia o en la burla. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo fuerte de vuelta y feliz día también para ti 😊😘
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Un relato que pone los pelos de punta😱 Enhorabuena!
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Muchas gracias, Sadire 😄 Celebro que te haya gustado y haya causado ese efecto (era lo que pretendía 😉). Besaco 😘
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Uy, uy, uy, qué yuyu. Me has recordado que durante una temporada viví frente a un cementerio, y mi hija mayor, que entonces era pequeña, de vez en cuando miraba por la ventana, señalaba y decía: «Neska» (niña). Yo nunca vi a nadie…
Muy, muy bueno. Un besote
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Jolín, lo tuyo sí que trae miga 🙃 La verdad es que dicen que los animales y los niños son más sensibles a los espíritus.
Gracias, Luna. Me alegra que te haya gustado. Un besote de vuelta 😘
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Una descripción impresionante Lídia y una resolución perfecta del texto . Enhorabuena. Un besazo.
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Muchas gracias, Carlos ☺️ Me alegra que te gustara. Un besazo 😘
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¡Lo vellos como escarpias!
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¡Me encanta!
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Me encanta que te encante 😃🥰 Muchas gracias, Úrsula. Te mando un abrazo grande 💜😘
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Tremendo 👏👏👏 👏
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Gracias, Ana María 😃 Celebro que te haya gustado 😊 Un abrazo grande.
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Qué bonito. Y qué destreza en el manejo del idioma y del ritmo. Precioso.
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Muchas gracias 😃 Me alegro que te haya gustado. Gracias por leer y comentar, Anarcha. ¡Feliz noche!
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Qué miedooooo!!!
Buen relato! 👏👏👏👏
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Muchas gracias 😃 Me alegra que te haya gustado jeje. Un saludo, Otesania 🙂
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