Suceso en el cementerio 

Foto propia. Exeter, 2016

Un suceso extraño había acontecido la víspera de todos los santos de 1847. Se dice que el cementerio amaneció alterado. Las autoridades afirmaron que las tumbas habían sido saqueadas y que habían robado todos los objetos de valor. Pero, parece ser, que no solo habían desaparecido las pertenencias de los difuntos. Los aldeanos, temerosos por el incidente, no se atrevieron siquiera a pisar de nuevo el camposanto y quedó abandonado. Aún hoy se pueden ver algunas lápidas caídas y las tumbas siguen vacías, ningún cuerpo aguarda bajo tierra desde aquella noche.

Lídia Castro Navàs

 

Buscando respuestas

Foto propia. Exeter, 2016

La investigación sobre su pasado la llevó hasta el cementerio.

El lugar era solitario y se hallaba en calma. La hierba estaba excesivamente alta y los cipreses proyectaban sus alargadas sombras sobre ella. Algunas losas estaban caídas o se mantenían en un difícil equilibrio. Unas eran ovaladas, otras estaban coronadas con una cruz y, frente a la mayoría, habían flores secas que reposaban inertes. Parecía como si el tiempo se hubiera detenido en los aledaños del campo santo. Ese sosiego no tranquilizó en absoluto su alma inquieta. Quería respuestas y sabía que podía encontrarlas en las lápidas. Así que, sacó su bloc de notas y se arrodilló ante la primera tumba que vio.

Lídia Castro Navàs

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