El circo de la bruma

“Perfecto”, musité irónicamente. Mi coche se acababa de parar de repente en medio de una lúgubre carretera secundaria. Había decidido tomar un atajo, pues no quería llegar tarde a la fiesta de Halloween de mis amigos. Este año tocaba celebrarlo en una casita en el campo que no podía estar muy lejos allí, pero, como siempre, había salido muy tarde del trabajo y me había perdido por el camino. 

Decidí llamar para avisar que me vinieran a buscar, pero… ¡No tenía cobertura! 

“Esto es realmente perfecto”, volví a musitar tirando el móvil en el interior de mi bolso.

Por segunda vez, me arrepentí de haber cogido ese atajo, pues iba a llegar tarde de todas formas. Bajé del coche y empecé a caminar en dirección a las únicas luces que me indicaban la presencia de un pequeño pueblo cercano. 

Todo parecía muy extraño: empezando por las calles polvorientas y sin asfaltar, las miradas recelosas de los habitantes que rondaban a esas horas y acabando por unos carteles que anunciaban el espectáculo de un circo: “El circo de la Bruma”. 

Me acerqué a lo que parecía una barbería, pues en la fachada había un poste giratorio de rayas rojas, blancas y azules. En la puerta también había uno de esos carteles sobre el circo. Al verlo de más cerca y con más detenimiento, me di cuenta de algo: en el póster se anunciaba la función para el día 31 de octubre, es decir, ese mismo día, pero del año 1823. El cartel parecía recién impreso, por eso pensé que sería un enganche publicitario para crear misterio. No le hice más caso y empujé la puerta. El tintineo de una campanilla alertó de mi llegada, aunque el barbero ya me había visto venir a través de la ventana. Con un trapo secaba una de sus cuchillas y, a tenor del rato que llevaba haciéndolo, diría que no solo estaba muy seca, sino que además debía relucir como plata recién pulida. 

—Buenas noches, ¿podría usar el teléfono?

—¿Cómo dice? —me preguntó extrañado. 

—Mi coche se averió a unas pocas millas de aquí y…

—No encontrará a ningún herrero a estas horas, tendrá que esperar a mañana. 

“¿Un herrero?”, estaba claro que quiso decir mecánico, aunque me empecé a sentir incómoda y decidí darle las gracias e irme a probar suerte en la taberna que también estaba abierta. 

Quise evitar entrar en ese tugurio en cuanto lo divisé al llegar al pueblo, me daba muy mala espina, pero no me quedaba más remedio; el tabernero estaba en la misma posición que el barbero, pero lo que secaba era un vaso que jamás reluciría como la plata. El local estaba mugriento y los parroquianos del lugar parecían sacados de una película del antiguo oeste. 

“¿Qué está pasando?”, me pregunté. Empecé a ponerme más nerviosa cuando el tabernero tampoco sabía qué era un teléfono. Salí del bar sin saber muy bien qué hacer. Resolví volver al coche e ir en otra dirección a buscar ayuda, pero entonces, sentí una presencia a mis espaldas. 

Era uno de los hombres que me habían observado estando en la taberna. Creí que tendría que empezar a correr cuando me dijo:

—Todo volverá a la normalidad en cuanto acabe la función del circo.

—¿Cómo?

—La función hace retroceder el tiempo y te ha cogido a ti dentro del radio del pueblo. Estamos en 1823, pero tranquila, al salir el sol, el circo cierra sus lonas y desaparece hasta el próximo año. 

—¿Y cómo es que tú sabes eso?

—Porque participo en la función del circo. Soy mago y vidente. 

Un escalofrío recorrió mi espalda. ¿Estaría diciéndome la verdad?

—Toma. —Alargó su mano y me entregó un pase para el circo—. Este espectáculo no lo puede ver todo el mundo y tú no vas a poder volver a tu vida hasta que salga el sol, así que… Yo no me lo perdería.

Al final me perdí la fiesta de mis amigos, pero pude presenciar un espectáculo de circo impresionante en el año 1823.


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Lídia Castro Navàs

La misión de Brigid

Alesia, siglo I a.C. 

Los romanos habían iniciado la conquista de las tierras galas y Brigid se afanaba por preservar las tradiciones, siendo la druida de su pequeña aldea. No muy lejos quedaban las zarpas de esos conquistadores que todo lo profanaban sin ningún escrúpulo. En sus retinas aún guardaba la imagen que hacía unos días había visto en el cementerio: su bisabuelo revelándole un futuro nada prometedor y encomendándole una misión a contrarreloj. Sus conocimientos eran sobrados, pero la petición requería de magia y alquimia, pues debería salvaguardar toda la sabiduría ancestral de su pueblo volcándola en una cruz de piedra grabada. ¿Sería capaz de hacerlo antes de la llegada inminente de los romanos?*


Esta es mi propuesta para el Desafío Literario del blog de Jessica Galera Andreu.

Título: La misión de Brigid

Sinopsis: *

Lídia Castro Navàs

Volver a casa

Habían abandonado la Tierra en junio, justo después de la erupción del supervolcán que propició una cambio brusco del clima que imposibilitaba la vida humana. La tecnología había avanzado, no siempre a favor del planeta, pero el sistema de casas antigravedad y los mecanismos que hacían de las viviendas, pequeñas unidades de transporte espacial, les permitieron instalarse en otro lejano lugar. La vida nunca fue igual que cuando estaban en el Planeta Azul.

En 2220 se informó de que las condiciones habían cambiado favorablemente y fue entonces cuando decidieron volver. Todo parecía haberse quedado en suspenso, como si el tiempo no hubiera pasado en la Tierra, lo que no esperaban era que algo nuevo había surgido en el mar, pero no tardarían mucho en descubrirlo.*


Esta es mi propuesta para el Desafío Literario del blog de Jessica Galera Andreu.

Título: Volver a casa

Sinopsis: *

Lídia Castro Navàs

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El caso Val

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Valery estaba preparada para el que sería uno de los días más importantes de su vida: la boda con el hombre que la había conseguido hacer feliz. Pero su desaparición, unas horas después del banquete, inició una búsqueda incansable por el bosque cercano a su hogar.  No había rastro de ella. Todo hizo que las miradas se posaran en su nuevo marido y lo señalaran como principal sospechoso. ¿Qué había pasado con Val?, ¿seguía viva?, ¿había tenido él algo que ver con su desaparición? Esas fueron algunas de las preguntas que se planteó la inspectora, especialista en delitos de género, asignada al caso. Megan estaba dispuesta a esclarecer lo ocurrido, pero jamás imaginó que con ello descubriría cosas de su propio pasado que ensombrecerían su alma. *


Esta es mi propuesta para el Desafío Literario del blog de Jessica Galera Andreu.

Título: El caso Val

Sinopsis: *

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Lídia Castro Navàs

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Melodía ancestral

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Eileen es una joven a la que le apasionan la música, el violín y sus raíces celtas. Al cumplir los 22 años heredará un libro de partituras que había pertenecido a su bisabuela. Pronto se dará cuenta de que esas partituras no son normales: contienen símbolos alquímicos entre las notas. El estudio de esos símbolos la llevará a descubrir un secreto ancestral.*


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Título: Melodía ancestral

Sinopsis: *

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Lídia Castro Navàs

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Tras los pasos de Lluvia

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Lluvia es una adolescente que teme a la oscuridad y a los dientes de león. Cuando estos dos elementos se juntan ocurren cosas extrañas que solo ella puede ver. Lleva viviendo aterrorizada desde el accidente en el que murieron sus padres. El maldito accidente… Ella sobrevivió, pero se quedó sola, con el corazón maltrecho y con un don que no es más que una maldición. Los servicios sociales intentaron por todos los medios encontrarle una familia de acogida, pero ella sabía que allí donde fuera pondría en peligro a los que la rodeasen, por eso huyó. Ahora, sola y asustada, vive en un estado constante de alerta cuando cae la noche. Lo que no sabe, es que no es la única que posee este don y pronto va a descubrir cómo controlarlo con ayuda de un aliado que va tras sus pasos.*


Esta es mi propuesta para el Desafío Literario del blog de Jessica Galera Andreu.

Título: Tras los pasos de Lluvia.

Sinopsis: *

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Lídia Castro Navàs

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Una Navidad diferente

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Foto: Pixabay

Era la primera Navidad que no pasaba en casa. Éramos solo: mi coche, mi cadena de radio preferida y yo. Nos esperaba un largo viaje hasta ese refugio en la montaña donde hallaría la paz y la calma necesarias para escribir. Jamás imaginé que la inspiración me alcanzase antes de llegar a mi destino; cuando mi coche me dejó tirada en medio de una tormenta de nieve. Ahí fue donde nació mi novela: “Ventisca”.

Lídia Castro Navàs