Tu voz

Recuerdo cuando me hablabas al oído. Era sorprendente cómo tu voz me estimulaba sin remedio. Tú, al otro lado, no podías verme y eras ajeno a tal reacción. Cuando te despedías me quedaba inquieta, anhelando nuestro próximo encuentro. Menos mal que tu programa de radio era diario, si llega a ser semanal hubiera desesperado.

(Por esas voces radiofónicas que estimulan y no se olvidan).

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Foto: Pixabay

Entrada para participar en el Reto 5 líneas del blog de Adella Brac.

 

Lídia Castro Navàs

El oráculo

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Fuente: Pixabay

Me daba igual que el oráculo hubiera predicho que fracasaría, la misión era de vital importancia. Además, él siempre estaba a mi lado, protegiéndome y le debía eso. Así que, iría al castillo, me enfrentaría al ogro y liberaría a mi compañero.

— ¡María, deja la consola y vente a comer! ¡A la mesaaaaa!

Pues el oráculo tenía razón. No estaría mi madre compinchada con él, ¡¿no?!

 

@lidiacastro79

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