
Fikrul me hizo llamar y, de repente, me sentí muy inquieto, pues una nueva guerra se estaba fraguando.
—¿Me hiciste llamar, señor?
—Sí, reúne a tu ejército de devastadores y manteneos alerta; en cualquier momento puedo requerir vuestras lámparas de fuego.
—No es ningún problema, las tenemos engrasadas y listas para hacerlas girar.
—Bien, bien. Me alegra oír eso.
—¿Contra qué nos enfrentaremos esta vez?
—La Araña; ese insecto inmundo se ha vendido, aliándose con los guardianes.
—Están rabiosos por la muerte de ese vergonzoso cazador.
—Sí, fue una jugada maestra por parte de Uldren matarlo con su propia arma.
—Pero me atrevo a preguntar… ¿por qué tiene tanto interés en esta costa?
—Esta tierra solo es nuestro puente hasta la ciudad onírica, donde se esconden el resto de esos insomnes a los que el propio Uldren ha traicionado. Ese es mi objetivo real.
Interrumpió en la sala el jefe de los merodeadores.
—¿Y esos modales? ¿Es que los demonios como tú no saben llamar?
—Lo siento —dijo sosteniendo en alto su pequeño escudo circular—. Es importante.
—¿De qué se trata?
—Es Kaniks… ha muerto a manos de los guardianes.
—¡Maldición!
—Petra Venj y la Araña les están ayudando.
—Lo sé. Hay que pararles los pies.
—Se han propuesto acabar con todos los barones repudiados, mi señor. Se dice que ahora intentan ir a por Pirrha —dijo justo antes de desaparecer por la puerta y dejando a Fikrul pensativo.
—¿Es seguro confiar en Uldren? —intervine yo—. No podemos olvidar que es un insomne, como Petra. De hecho, ella es la más fiel sirviente de la reina y hermana de Uldren.
—Uldren ya no es un insomne y, además, me salvó la vida.
—No lo sabía…
—Pues creo que es momento de que sepas cómo nací dos veces gracias a él.
“En algún momento después de la Guerra de los Poseídos, el príncipe Uldren fue corrompido por la Oscuridad y empezó a trabajar para la Casa de los Reyes. Yo había huído del presidio de los ancianos y estaba muy malherido. Él me descubrió cuando apenas me quedaba un hilo de vida; estaba ya a las puertas de la muerte y quiso ayudarme. Usó a Riven, la ahamkara cumpledeseos, no solo para salvarme, sino que al hacerlo, transfirió parte de su Oscuridad a mi Éter Oscuro, convirtiéndome en el primero de los repudiados”.
—Y, ahora que ya sabes la verdad, no vuelvas a desconfiar de Uldren en mi presencia, escoria maldita.
Salí de allí como una exhalación y sin mirar atrás. Aún me pregunto cómo me atreví a plantearle eso al Fanático, al barón de los barones, al ser más Oscuro de todos los que ha albergado la Oscuridad…
Antes de llegar a la puerta, sentí en mi espalda el dulce y cálido reguero de la muerte; su cuchillo me había alcanzado.
Pedro, un buen amigo virtual, se ha comprado un calendario del 2020 de Destiny (el videojuego al que dedicamos parte de nuestro tiempo) y me ha retado a escribir un relato inspirándome en cada personaje que aparece en dicho calendario. El mes de agosto trae una imagen de un devastador repudiado y esta es la foto que Pedro me mandó el día 1:

Lídia Castro Navàs
