El postigo

Foto propia. Torino, 2016

El espléndido día de sol y calor me hacía envidiar un largo paseo por las más de cien hectáreas ajardinadas. No me permitían salir del palacio, pero me conformaba con admirar los jardines desde mi privilegiada posición. Mis funciones eran claras: dejar pasar el fresco, impedir la entrada del sol directo y evitar las miradas indiscretas, excepto la mía; los humanos no saben cómo de curiosos podemos llegar a ser los postigos. 

Lídia Castro Navàs

29 comentarios en “El postigo

      • Serás muy bien recibida así que nada de depres. Se las dejas a los danubianos para que disfruten de la lluvia. El calor tampoco traigas que fábricas para eso tenemos de sobra. Un besazo.

        Le gusta a 1 persona

      • Lluvia!! Jamás había visto llover igual que allí jajaja Eso sí, fresquito se está un rato. Ahora me estoy aclimatando de nuevo al calor a y al bochorno de aquí buff jajaja
        Un beso, Carlos!

        Le gusta a 1 persona

Replica a @lidiacastro79 Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.