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—Una calabaza, dos calabazas, tres calabazas… —contaba en voz baja en un intento vano por coger el sueño.
Me levanté y fui a deambular por la casa en penumbra mientras todos dormían. El aroma de los boniatos y las castañas asadas me llevó a la cocina; las bolitas dulces de almendra y piñones aún reposaban en la encimera. Estuve tentada de comer una, pero mi madre no me lo permitía desde que tenía aquellos dolores de barriga.
Me fui al salón donde el fuego, que ardía oscilante detrás de una pantalla de cristal, me reconfortó. Encima de una repisa de madera aguardaban un montón de fotos familiares. Ahí estaba yo, el día de mi primera comunión, hacía ya dos primaveras. Los mofletes se me veían llenos, no como ahora; había perdido peso, pero ya lo recuperaría cuando pudiera comer de todo; eso me decía mi abuela.
«¿Quién será ese?», me pregunté al observar una foto de un hombre con barba. Mi padre no era. Se parecía a mi hermano, con esos ojos vivarachos, pero era imposible, solo tenía cuatro años más que yo.
En ese momento, todo cambió a mi alrededor: la estufa de leña desapareció dejando paso a un radiador metálico. Las fotos seguían allí, aunque encima de un mueble de cristal con acabados cromados. Yo continuaba mostrando mi sonrisa de carrillos abultados, en cambio, mi hermano había crecido, se le veía mayor, mucho mayor.
—No puedes volver a tu casa, no está permitido —dijo mi supervisor tirando de mí hasta llevarme de nuevo entre las sombras.
Por un día, sentí nostalgia de mi antigua vida, pero había olvidado que los muertos no podemos estar entre los vivos.
Mis historias y otros devaneos by Lídia Castro Navàs is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Muy bonito y los vivos si que pueden, no? No es justo siempre pagan los que menos culpa tienen. 😉
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jeje la vida es muy injusta y la muerte, también. Qué le vamos a hacer!! Gracias, Antonio. Un abrazo y buen domingo!! 🙂
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Muy bonito, menos mal que es ficción. Que pases un buen domingo, un abrazo !
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jeje Gracias, Francisco!! Me alegra que te guste. Feliz domingo y un abrazo de vuelta!! 🙂
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☺☺
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Bella prosa, mantiene tu curiosidad y al final se despeja con eso no porqque está muerte, debió de escoger el dos de noviembre. Es encantador el Texto Lidia amiga, va un ramo de rosas para tu día. Abrazos de a montón
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Muchas gracias, Rubén. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo 🙂
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Ideal para el Día de muertos que tanto se festeja acá en México. Saludos
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Aquí también es festivo, aunque no tanto como allá. Gracias, me he inspirado precisamente en la víspera de Todos los santos. Un saludo 🙂
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Me ha gustado es dulce y envolvente como un día de lluvia y has manejado el tiempo con mucha pericia. Enhorabuena. Un besazo.
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Muchas gracias, Carlos. Me alegra que te haya gustada y cómo lo has descrito 🙂 Un besazo de vuelta. Buenas noches 🙂
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Muy bueno, Lidia. Me ha encantado lo del supervisor de muertos. Y que triste también, puesto que poco disfrutó la niña en el mundo de los vivos.
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Muchas gracias, Sadire. Sí, es triste cuando se van tan pronto, sin haber vivido suficiente… Pero la vida a veces es así, breve e injusta. Por eso hay que aprovechar al máximo. Un besazo, compi!! 🙂
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Oh, ¿tenía que ser una niña? Qué cruel 😦
Pero muy bueno para Halloween 😉
Un besote.
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No podía ser niña, ¿por qué? 😮
Gracias, Luna. Un besote de vuelta!! 🙂
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¡Da más pena que si es un adulto!
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¡Ah! ¡Ups! :I
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Cuentos salidos de la cripta. Ya voy preparando los caramelos.
Un beso.
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Yo quiero palomitas!! jajajajaja
Gracias, Pau!! Besazo 🙂
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Me encanta cómo me fue envolviendo el misterio hasta ese final. Muy bueno querida Lidia.
Feliz noche. 🌹🌹🌹🤗
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Muchas gracias, Patricia. Me alegra que te gustara. Un abrazo y que tengas un buen lunes! 😊😘
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Espectacular! Mentre el llegia, intentava de traure l’engany, el truc, però tot semblava normal. Ets molt ocurrent!
Una forta abraçada, Lídia!
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Moltes gràcies, Javi!! M’alegra molt que em diguis això, vol dir que gaudeixes del relat, més enllà de la simple lectura 🙂 Gràcies, de nou.
Una forta abraçada de tornada!! 🙂
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Me ha encantado, Lidia. Con cuánta maestría nos vas llevando a través del relato, y luego, ¡zas! el estupendo remate.
¡Un gran abrazo!
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Muchas gracias como siempre!! Es un placer para mí leer tus impresiones. Un gran abrazo, SariCarmen!
Aquí ya saqué la manta! 😅😂😘😘
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Huy, qué escalofriante. Espero que por lo menos la niña se hinchara de panellets, aunque igual fue eso lo que la mató. Por un momento no pensé en los muertos, sino en algún trastorno o salto en el tiempo, algo paranormal. Muy bien escrito. Cuando yo esté fiambre, por cierto, no quiero supervisores ni leches, sino campar a mis anchas…
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jajajaja Creo que a los muertos les ponen supervisores, pues a veces se dejan ver donde no deben jajajaja Aunque los supervisores no son infalibles 😉
Me alegra que te haya gustado. Un saludo i Feliç Tots Sants!! 🙂
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La nostalgia de los muertos por volver a la vida. Creo que es una buena metáfora cuando se trata de intentar volver al pasado.
Saluditos Lidia! 😉
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Es cierto, la atracción de la vida supongo que debe ser muy fuerte, porque es un tema recurrentes en libros y películas.
Un saludo, Little y feliz día festivo!! 🙂
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Te has dejado los buñuelos que tan ricos están..ummmmmmmm .ajajaj.
Hoy me despistaste totalmente me quedé absorta en la frase: «no poder comer de nada» porque así mismito me hallo yo en estos días, con los ajustes de la ortodoncia…así que cuando hablaste de muerto, yo todavía estaba salibando por un buen plato de ……. ainssss! lo que sea sin dolor! jajajajaj.
Besos, guapa
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Yo estoy igual 😥 Te entiendo taaanto. Solo quiero poder masticar algo y sin dolor. Y volver a comer un bocata 😶 Ánimo. Hay que pensar en el objetivo. Un beso 😘
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Aunque haya pasado Jalogüín, nunca es tarde para disfrutar de una historia de fantasmas 🙂
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Aunque la fantasmilla en cuestión se salte las normas jeje 😊 Gracias. Un abrazo, Lord!
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Nostalgia en estado puro…
En ocasiones quisiéramos volver a ver a alguien que ya se nos ha ido.
¡Malditos supervisores que no dejan a nuestros fantasmas más queridos hacernos una visita!
Un relato genial, Lidia.
Un beso.
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jajajaja Sí, a veces esa nostalgia nos hace querer verlos una última vez, pero pensándolo fríamente, me daría un miedo…!!!
Gracias, compañera. Un beso de vuelta y buen lunes! 🙂
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