
Se despertó en una sala oscura y vacía. Solo la rodeaba la oscuridad y la más inquieta calma. ¿Dónde estaba? No tardó mucho en acordarse… La sabiduría ancestral que había heredado le decía que cada Luna Nueva, cuando la noche era más oscura, hiciera introspección, que meditara hasta conseguir conectar consigo misma. Fue tal el grado de conexión, que consiguió llegar a lo más profundo de su ser: se encontraba en su oscura conciencia.
Esta es mi propuesta para el Va de reto, desafío literario del blog de JascNet.

Muy bueno Lídia. Corto pero profundo. Gracias por tu participación en el VadeReto. 😉 👌🏼😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por inspirarnos. Un abrazo y feliz día ☺️
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tiene ese halo de misticismo oscuro. Breve, concreto… y con ese sabor de saber en realidad cuán grande es la oscuridad de nuestro ser.
Enhorabuena.
Un beso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Maga ☺️ Celebro que te haya gustado. Mirar hacia dentro puede convertirse en un ejercicio duro, pues salen a la luz cosas que habíamos enterrado ahí.
Gracias a ti por leer. Un beso de vuelta 😘💜
Me gustaMe gusta
Un gran paso hacia esa oscuridad contemplativa que tanto dice cuando la miramos… Me encantó. Besos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Julie ☺️ Me alegra que te haya gustado. No siempre es fácil hacer introspección, ya que no sabemos con qué nos encontraremos. Gracias de nuevo. Un abrazo grande 💜🤗
Me gustaLe gusta a 1 persona