
Él era mi sol, el centro de mi universo. Toda mi vida giraba en torno a él. Por eso, dejarlo ir supuso un desafío: enfrentarme al valor de soltar lo que consideraba propio, pero las personas no pertenecemos a nadie…
Tomaba Chicory tres veces al día para el desapego y hacía una meditación diaria con calcita para potenciar el chakra 3, mi sol interno. No me rendí.
Ahora echo la vista atrás y me doy cuenta de que el sufrimiento me ayudó a encontrar mi propia fuerza, mi poder interno; un poder que siento como si fuera un león.
Esta es mi propuesta para Escribir Jugando de noviembre, un microrrelato de 99 palabras (sin contar el título), basado en el desafío. Descúbrelo.
¡Te invito a participar!
Puedes consultar las bases aquí:
¿Te interesan los juegos de mesa que te ayuden a mejorar tu escritura?
Te aconsejo unos cuantos. Echa un vistazo en el siguiente enlace:
Lídia Castro Navàs


A menudo, dependemos demasiado de cosas que nos son ajenas.
Besitos 😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Totalmente, Ratoner. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Me encanta Lidia. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias, Nuria. Me alegra. Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Hola Lidia, he he visto por Facebook y te he mandado una solicitud de amistad.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, Melani. Acepté tu solicitud 😊💜
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias . Ya lo vi. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona