Qué curioso el paso del tiempo…

tiempo-1

Qué curioso el paso del tiempo, ciñendo irremediable la espada de Democles sobre nuestras temblorosas cabezas.

Cuando aún no nos hemos dado cuenta de la velocidad a la que circula la vida, esta da un respingo justo en frente de nuestras narices para advertirnos de que la cosa va de veras. No hay vuelta atrás…

¡Y yo que pensaba que era tan solo un bulo inventado por aquellos sádicos impasibles que quieren amargar la existencia del resto!

¿Y qué hay de las ilusiones creadas en tiempo de aulas? ¿Y qué pasa con los proyectos en pausa, esperando una ocasión más propicia? ¿Y qué, de todos los buenos momentos vividos, que pasaron inadvertidos, casi susurrantes, con otras cosas ocupando nuestra cabeza, anhelando aquello que no teníamos y esperando que el tiempo lo consiguiese para nosotros?

¡Vaya con la estupidez humana!

Y, de repente, vuelvo sentir esa embriagadora sensación que casi había olvidado, como borrada de mi disco duro interno por un maldito gusano informático creado por un azulado y desidioso hacker en su lúgubre zulo.

La espada sigue ahí, pero su peso se vuelve más liviano, a veces, más fácil de soportar, solo a veces… aunque sigue estando ahí, al acecho, como quien espera paciente la llegada de su presa nocturna.

tiempo

Lídia Castro Navàs