
Ya lo tenía todo preparado en el claro del bosque: la mesa de trabajo frente al caldero calentándose en el fuego, el mortero para machacar las hojas, el resto de ingredientes en una cesta esperando su turno… Solo me faltaba conectar con mi espíritu para completar el hechizo.
(48 palabras sin contar el título)
Esta es mi participación al reto «Emociones en 50 palabras» del blog de Sadire Lleire.
