La ceremonia del té

Había sonado el gong metálico dando inicio a la ceremonia del té. Sentado sobre sus rodillas miraba como ella le enseñaba cada paso del ritual: lavó los utensilios, calentó el agua, vertió una parte de esta en el cuenco donde aguardaban las hojas de matcha, lo removió con el agitador de bambú… Durante todo el proceso ella no había levantado la vista, hasta que le acercó el cuenco. En ese breve cruce de miradas, se enamoraron.

Lídia Castro Navàs

17 comentarios en “La ceremonia del té

  1. Me encantaría asistir por una vez a esa ceremonia realizadas con gestos medidos y casi perfectos, Perseguir atentamente con la mirada cada uno de los movimientos de las manos y enamorarme, De la belleza del ritual al menos. Un beso.

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      • Creo que conozco a una vecina que la practica todos los días, no sé si decir que entrena, pero debe ser algo parecido. A ver sí coincido con ella y me cuenta algunas cosas al respecto. Buenas noches Lídia.

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      • Hoy hemos coincidido durante el paseo y me ha estado explicando sobre cada uno de los aspectos de la ceremonia, parece ser que se comenzó a practicar por los monjes de los monasterios Zen y cada movimiento está regulado para propiciar la humildad en los participantes y hasta los útiles del servicio tienen un significado especial.

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      • Qué interesante!! Yo además, he leído que todos los movimientos están meditados, nada se deja al azar o a la improvisación. Ya me contarás si te invita a un té con ceremonia incluida!! Gracias, Carlos!! Un abrazo.

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