La sombra y el chamán

Le pedí al chamán un remedio para el mal que padecía mi madre en la sangre. Me recomendó las flores de una extraña planta. Resultó ser un cactus de minúsculas flores negras. Eran preciosas, pero un escalofrío recorrió mi espinazo al cogerlas. Le preparé el remedio a mi madre y esa noche se deshizo en sollozos reviviendo la traumática muerte de su padre cuando era pequeña. 

El chamán no me había advertido de esos efectos. Mi madre no solo curó su dolencia de sangre, sino que también sanó una herida profunda que se cernía sobre ella como una larga sombra.


Esta es mi propuesta para Escribir Jugando de julio, un microrrelato de 100 palabras (sin contar el título), basado en el desafío. Descúbrelo.

¡Te invito a participar!

Puedes consultar las bases aquí:

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Te aconsejo unos cuantos. Echa un vistazo en el siguiente enlace:

Lídia Castro Navàs

8 comentarios en “La sombra y el chamán

    • Exacto, Carlos. La sanación del alma repercute positivamente en el cuerpo físico. En realidad tenemos 5 cuerpos: uno físico, otro bioquímico, otro emocional, otro energético y finalmente el alma. 😉 Para obtener el equilibrio deberíamos sanar todos los niveles. Un besazo de vuelta.

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  1. Hola Lidia, siempre se me olvida leer tus participaciones, pero hoy buscando el reto para dejarte la mía me he topado con la tuya. Un microrrelato positivo y lleno de esperanza, muy bonito.
    Un abrazo. 🙂

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