Danzando al son de una melodía etérea,
se le escapaba el tiempo por las comisuras.
Anhelando esa sensación de primavera,
para arrancarse las opresoras vestiduras.
Y al fin llegado el momento:
disfrute, gozo y embeleso.
¡Sentidos extasiados,
emociones afloradas,
represiones liberadas!
Oh primavera ansiada,
por fin colmas de luz mis recodos,
anestesias mis suplicios más hondos
y despiertas mi esencia invernada.
