
Los isleños no habían visto nada igual: la maga llegó navegando, en un transporte que no se hundía en el agua. Les dijo que una grave maldición pesaba sobre la tribu y que ella podía ayudarles. Estaban asustados, pero lo habían intentado todo para evitar las muertes prematuras de los niños. Bajo la luna creciente, esa enigmática mujer invocó una suerte de espíritus de animales, que se repartieron hasta cubrir toda la isla. Antes del amanecer, los espíritus volvieron a fundirse con el fuego y la maga desapareció en su bote. Después de un tiempo, supieron que había funcionado.
Esta es mi propuesta para Escribir jugando de diciembre, un microrrelato de 99 palabras (sin contar el título), basado en el desafío. Descúbrelo.
¡Te invito a participar!
Puedes consultar las bases aquí:
¿Te interesan los juegos de mesa que te ayuden a mejorar tu escritura?
Te aconsejo unos cuantos. Echa un vistazo en el siguiente enlace:
Lídia Castro Navàs
Las magas lunares nunca fallan. Te lo digo yo que cuento con una de ellas.
Besitos 😘
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Jeje lo sabes bien! Un abrazo
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Excelente Lidia, bonito relato con todos los elementos de tu reto. Además con un final feliz. Buena lectura para estos inicios de Diciembre. Saludos.
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Muchas gracias, Ana! Contenta de que te guste. Los finales felices siempre don mejores que los que no lo son. Al menos para mí 😅 Un abrazo ☺️
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Qué chulo el relato, breve pero con contenido y todos los elementos que indicas en tu desafío. ¡ Qué difícil lo pones!
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Muchas gracias, Inma! Me alegra que te guste. Nada, nada seguro que tú sacas un poema o prosa poética de esas que te son características 💜 Dale tiempo y ls musas surgirán su efecto. Un abrazo 😗
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Agua, magia y fe.
No puede fallar :-9
Un beso enorme, Lidia
Feliz domingo.
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Muchas gracias, Maga! Abrazo enorme de mil colores 🤗💜
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Que bonito resultado ha dado esa noche de Luna. Un besazo.
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¿Verdad? Jeje. Muchas gracias, Carlos. Un besazo 😊
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Cargado de humanidad, como a mí me suelen gustar. Es bueno pensar que todavía pueden quedar personas que dediquen sus conocimientos y su sabiduría a ayudar a los demás. En el caso de tu microrrelato, la técnica de la navegación para llegar al lugar dónde necesitan a la protagonista y la magia de los espíritus benefactores aplicada por ella.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
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Muchas gracias, Daniel. Me alegra que te haya gustado el relato. Un abrazo 😊
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¡Hola, Lídia!
Me ha encantado eso de que la maga llegara en una barca y que los isleños no supieran qué era eso. No sé por qué nunca lo habría hilado así. Creo que soy mucho más prosáica ¡Ja, ja!
Es curioso cómo a cada cual le evoca historias diferentes. La tuya me ha gustado mucho, como siempre.
Un abrazo.
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Muchas gracias, MJ. Es lo bonito de la inspiración, a cada cual le llega de forma distinta 🙂 Un abrazo de vuelta.
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