Hoy te traigo mi última lectura. Se trata de una novela de fantasía juvenil escrita por Gonzalo Fengari y editada por Entre Libros. Lo puedes encontrar a la venta en la web de la editorial o en Amazon.


El hechicero de Karzóin es una novela de fantasía que combina hábilmente elementos clásicos del género con guiños a la cultura popular, creando una historia accesible para personas de todas las edades.
La historia comienza en los años ’80 presentándonos a los tres protagonistas indiscutibles. Ellos son: dos adolescentes, estudiantes de instituto y muy jugones, llamados Marco y Leo; y su profesor de Historia con su inseparable chaqueta de tweed, al que se refieren como Don Fernando.
Pronto la obra nos sorprende con un giro inesperado en el que los tres protagonistas son transportados a otro mundo, uno de fantasía llamado Talamdra, a través de un misterioso juego de mesa; un recurso narrativo que nos recuerda claramente a la película Jumanji. Este punto de partida le da un tono dinámico al arranque de la historia, que llegados a ese punto solo acaba de empezar.
Una vez en Talamdra, la narrativa se vuelve más épica y es imposible no notar la profunda influencia de El señor de los anillos. Hay múltiples referencias que evocan la obra de Tolkien: desde el mundo y sus paisajes, las criaturas mágicas, la presencia de un mal ancestral y la misión que deben cumplir los protagonistas. Sin embargo, estas influencias no eclipsan la voz propia de Gonzalo, el autor; por el contrario, se sienten como un homenaje respetuoso, que enriquece la lectura.

El viaje de los protagonistas no solo es físico, sino también emocional. A medida que enfrentan pruebas, criaturas mágicas, alianzas y traiciones inesperadas, van descubriendo sus propios temores y fortalezas. Mis capítulos preferidos han sido el 10 y el 11, por el ritmo trepidante de la narración y los giros inesperados que aparecen; no desvelaré nada más al respecto para no hacer spoiler.
El hechicero de Karzóin es, en definitiva, una aventura fantástica que mezcla lo clásico y lo moderno, lo épico y lo lúdico. Un relato ideal tanto para quienes disfrutan de las grandes gestas heroicas como para quienes buscan una historia de iniciación al género fantástico.
Lídia.
P.S. Conocía a Gonzalo desde hace años de las redes sociales y en Sant Jordi nos desvirtualizamos en Barcelona, donde intercambiamos El hechicero de Karzóin y Melodía ancestral.


















