Ayer te vi

gif cielo

Ayer te vi; tú ni siquiera te percataste de mi presencia, pues éramos muchos los que andábamos por la calle de camino al trabajo. No ibas solo, últimamente siempre te veo rodeado por alguna. Pero quedaste al descubierto por un instante y te admiré a lo lejos. Creí sentir tu cálido tacto sobre mi piel y cerré los ojos para deleitarme con esas caricias, pero fue solo una ensoñación, porque en cuanto abrí los ojos de nuevo, volvías a estar escondido tras esas nubes que merodean a tu alrededor.

Querido sol, echo de menos tu presencia, ¡vuelve!

Lídia Castro Navàs

¿Será la llegada de la nueva estación?

Imatge

En una tarde de desidia en la que el sol ilumina todo lo que toca con su calidez, observo unos rayos que se cuelan tímidos por mi ventana entreabierta y que al llegar a la librería repleta de volúmenes impasibles, van deambulando por encima de los lomos polvorientos con sumo cuidado, como dando color a un lienzo invisible.

El tiempo se escapa entre mis manos, igual que la luz del sol, que quiere apagarse como desangrándose a causa de una herida superficial. Las notas de música bailan frenéticas por todo el espacio que me envuelve y me hacen sentir bien.

Oprimo las ganas de saltar de la silla y gritar con todas mis fuerzas, para hacer saber al Universo mis más ansiados pensamientos. En vez de eso, pongo negro sobre blanco para intentar apaciguar mis exaltados sentidos.

Algo llega a mis sienes dejándome sin aliento por un instante, fugaz e incierto. Y no puedo evitar moverme levemente al compás de la música que me acompaña y dejarme sentir… como si una ínfima parte de mi Ser notase el inicio de algo nuevo, diferente.

Y vislumbro la ansiada luz, al final de mi largo y cansino túnel. Por fin la luz gana la dura batalla a la temida oscuridad y la dicha me acaricia con sus gráciles dedos. ¿Será la llegada de la nueva estación?

Lídia Castro Navàs